jueves, 9 de febrero de 2012

El Ajedrez del Hipódromo

Dentro de la vorágine de reuniones, presiones e intentos de llegar a un acuerdo sobre la reducción de la dotación de los premios, el Hipódromo de La Zarzuela no ha presentado su programa en fecha tal y como recoge el Artículo 69 del Código de Carreras:

Art. 69. IV.- Parrafo II Codigo de Carreras.:Para su aprobación y posterior publicación, los programas de carreras deberán ser presentados en la SFCCE con una antelación mínima de 75 días a la fecha de inicio de la primera jornada de carreras. Los Comisarios de SFCCE podrán, salvo causa justificada, imponer una multa a la Sociedad Organizadora que incumpla este precepto de hasta 100 € por día de retraso y por jornada incluida dentro del programa que no se haya presentado en tiempo y forma.

Está claro que estamos en un periodo de recesión económica y que la única solución para lanzar el mercado turfístico pasa por la reducción de gastos fijos de las SSOO, del mantenimiento de un caballo y tratar que a los propietarios les cueste lo menos posible.

El primer gran error, sin lugar a dudas, es la (falta de) apuesta externa. LAE nos ha tomado el pelo desde hace año. Es el perro del hortelano con la apuesta externa. Tan sólo con un % del retorno de las apuestas a nivel estatal, cubriríamos las dotaciones de los premios con la gorra. Tener que depender de 60.000 míseros euros por jornada más subvenciones del Estado es de verdaderos vagos y conformistas.

Visto que los señores de LAE no tiene mucha prisa (aunque acaben de despedir a Aurelio Martínez) y que esperamos el lógico relevo de gente de confianza del PP, los señores de Sepi se atrincheran en el Hipódromo tratando de capear el temporal desde dentro de casa. Es decir, como sé queme voy, para qué me voy a mojar el culo. Parece lógico que Sepi haya adoptado una posición de espera hasta que se decidan nuevos organigramas, decisiones y elecciones de sustituto para los puestos del Hipódromo de la Zarzuela. La única solución pasa por la reducción de gastos fijos y aumentar los ingresos variables. Esto, ya lo dijo Adam Smith en su libro “La riqueza de las naciones”.

¿Cómo se reducen gastos fijos? Pues redimensionando el equipo de HLZ y de sus contratas. Los vigilantes de seguridad consiguen que debas ir por el Hipódromo con el pase entre los dientes, dado que lo solicitan a cada cinco pasos. Eso sí, para perseguir a los canarios hay varios y tienen coche de empresa. Señores, que a este paso habrá mas vigilantes que mozos!!. También podemos pensar en cómo reducir gastos fijos a los propietarios. Reducir una pensión es complicado: el caballo no va a comer menos, el mozo no va a comer menos, ni el entrenador ni el veterinario. Tenemos unos boxes con precio similares a los mejores hipódromos franceses y unos derecho de uso de las pistas que parece que tenemos tapeta.
Señores, bajen el coste de mantenimiento y atraerán más caballos. En vez de reducir los importes un 10%, ofrezcan ustedes más oportunidades a los caballos que jamás han cobrado. Si reducen el importe del premio un 50% pero duplicasen el número de carreras y de apuestas (con su correspondiente % de retorno de la apuesta externa), todo iría mejor.

Hay dos tipos de propietarios: los que pueden invertir muchos miles de euros en caballos y los que no. Los primeros se dividen, por el momento, en dos grupos: Los que han desaparecido y los que van a desaparecer.
Los segundos son aquellos con más ilusión que dinero. Pensemos en una multipropiedad. Seguro que prefieren que su caballo gane una carrera de 3000 al primero, que correr durante tres años y no colocarse en carreras de 6.000 euros al primero. ¿Cuántos caballos en entrenamiento jamás se han colocado entre los tres primeros?
Cuando el dinero puede a la ilusión, el caballo se retira y la multipropiedad desaparece. Supongamos que la forman diez personas: Diez entradas, diez tíos apostando cada carrera, diez cervezas por carrera, diez perritos cuando el hambre aprieta…
Hagamos carreras de buenos para los buenos y carreras más baratas para los caballos que no optan a las carreras de buenos. Esto lo debe marcar el programa, sin lugar a dudas, y todo ello se basa en la teoría (ahora mismo imposible) de que a más carreras más apuestas y más retorno. Se juega lo mismo a una carrera de diez buenos de 6000 euros que a una carrera de menos buenos a 3000 euros. Si subimos de 5/6 carreras al doble…

La segunda acción es aumentar los ingresos variables. La actividad de Marketing del hipódromo aporta unos ingresos prácticamente nulos. La recta de Dos Hermanas tiene diez veces más publicidad que la de Madrid. Vendamos todos los espacios, aunque empecemos por precios mas bajos. Las empresas que se anuncien a buen precio y vean retorno de su inversión en marketing, estarán abiertas a seguir patrocinando aunque el precio aumente los próximos años. Lo que hay que hacer es crear afición, porque una empresa que patrocine traerá a sus empleados a ver las carreras y puede que estos y su familia, se contagien de la magia de las carreras. Anunciemos el hipódromo, hagamos unas jornadas de puertas abiertas… El 85% de los madrileños no sabe que el Hipódromo se volvió a abrir después del cierre de Sarasola… lamentable!.

Por otro lado se dispone de un recinto excelente para sacarle provecho y no se reciben apenas ingresos por el uso del recinto. Es el momento de tener un departamento de Relaciones Públicas – Comercial donde se alquile el Hipódromo de Lunes a Sábado fuera de las horas de entrenamiento de los caballos. Presentaciones, conferencias, eventos, ferias… son incontables las miles de acciones que se pueden realizar en un recinto privilegiado como es el del hipódromo.

No dejemos que se apague la llama azotada por la falta de apuesta exterior. Dejémonos de intereses personales y rememos todos en la misma dirección para salvar, potenciar y catapultar el maravilloso mundo de las carreras de caballos