martes, 30 de marzo de 2010

Adiós a la época dorada, por José Carlos Lopera.

Paulino García… ¡qué suerte hemos tenido los que hemos aprendido a tu sombra!. Nos has enseñado muchísimo, pero yo me quedo con lo más importante: nos enseñaste a ser “hombres”… sí, hombres. Cuando alguien como yo, un crío de 16 años que salía por primera vez de mi ciudad natal (o, como dirías tú, de las faldas de mi madre), necesitaba esa figura que nos ayudara y enseñara. Primero, a ser respetuosos y mejores personas para luego poder estar a la altura de cualquier situación en la vida y en el hipódromo.


Recuerdo cuando me enseñabas de todo en la Venta de la Rubia y tus consejos de cómo quitarme peso, poniéndome plásticos y tomando un café con un chorrito de Terry.

 

Paulino, eres grande, duro, bruto pero noble, amigo, sencillo, de los que se hacen querer… Jamás nadie dijo una mala palabra sobre ti y con eso es con lo que me quedo.


He tenido la suerte de compartir vida y pista con alguien grande, alguien que no podría pasar desapercibido y al que Dios, a pesar de castigarle con esa dolencia cardiaca que le hace retirarse de las pistas, le ha otorgado el lujo de pasar a la historia de nuestras carreras como el último jockey de la Época Dorada de los Claudio, Román, Cefe, Tolo, Pollino, Mariano, Floro, Cristo y otros tantos que me dejo en el tintero y que se merecen el reconocimiento de haber dejado huella en la época dorada de las carreras de caballos.




El Domingo te pondrás los colores por última vez y tus compañeros (y amigos) estaremos a tu lado, para apoyarte y aplaudirte. Sé que te emocionarás, probablemente ya lo hayas hecho pero lo más importante es que probablemente gracias a que dejes de montar podremos disfrutar de ti, y contigo, mucho más tiempo, querido “Caraliebre”.


Ojalá los jóvenes de hoy puedan el día de mañana sentirse igual de orgullosos que yo al decir que Paulino García es, ha sido y será siempre el mejor COMPAÑERO y AMIGO.

 

Disfruta de estos momentos con tu familia que tanto te ha apoyado y con tus amigos, a los que siempre tendrás a tu lado. Te quiero Paulino.