miércoles, 1 de noviembre de 2006

Qué te voy a contar yo que tú no sepas... (Por Marta Varela)


Querido Carlos,

En repetidas ocasiones me has pedido que escriba algo en tu página, y yo siempre me excuso en que nunca tengo tiempo, que no se me ocurre nada, que yo no se escribir... por eso no me veo capaz de escribir una oda al purasangre y la gloria del turf, pero si que te voy a contar un par de pequeñas historias de veterinarios y caballos que para mi son parte fundamental de mi mundo entero....

El primero de los caballos de los que te hablaré hoy se llama Old Cataract. Un pedazo de caballo alazán que debutó ganando a dos años como un crack y luego no se comió un rosco. Lo entrenaba su propietaria, siempre esperándo lo máximo de él y siempre recibiendo menos de lo mínimo! Yo lo conocí el dia que sufrió una diarrea bestial, en la cuadra de Alberto Carrasco en el Hipódromo de La Zarzuela. Mejor no te te cuento el retén veterinario que montamos, hasta dormimos con el en su box un par de noches pasándole sueros, pensábamos que se moría. Estuvo muy enfermo una semana entera, nadie dábamos un duro por él

El caso es que no se murió, sino que se recuperó y fué a parar a manos de mi queridísimo Javier Piñar que en paz descanse. Le recomendamos el caballo a su entrenador y lo compró, buscando cumplir el sueño de un chico que era una de las mejores personas que he conocido, sólamente superado por su familia y circulo de amigos en bondad y entrega.
Y ocurrió... el milagro que hace (en mi opinión) del P.S.I. la octava maravilla de la tierra.

Old, que recibía todos los dias los mimos y zanahorias de Javi, volvió a ser el que un dia fué y cumplió EL SUEÑO de Javier, ganando no sólo una, sino varias carreras, y un buen puñado de colocaciones. Hizo de mi amigo la persona mas feliz del planeta durante mucho tiempo. Y consiguió que muchas muchas personas viviéramos momentos de calidad irrepetibles en torno a ambos, chico y caballo. Luego vinieron otros caballos a la cuadra Jepe, pero ninguno en mi recuerdo como aquel. Han pasado el tiempo y las cosas y no ya tenemos a Javi entre nosotros, pero su espíritu nos acompaña cada día, parece que fue ayer cuando gritaba "Go Old, goooo!!!!"

También conoces la historia de una de mis yeguas favoritas, Afriketa. Tambien es una historia emotiva y llena de dificultades. Afriketa era una pequeña potrita negra que nadie quiso comprar en repetidas ocasiones, otra que dió unas cuantas vueltas por el turf, alquilada, infravalorada y despues recuperada por su propietario, que siempre pensó que era buena pero no con la bastante fé como para quedársela desde el principio.
Cuando cayó en las manos de su último entrenador no estaba en las mejores condiciones, aunque tampoco en las peores. Delicadita de salud tuvo que escuchar todo tipo de comentarios de gente ajena que la criticaba por "tiesa". Sin embargo, su entrenador supo dar en la tecla, y Afri empezó a demostrar lo que valía ganando la preparatoria de la Poule.
Todavía me acuerdo que hubo quien dijo que era casualidad y que no sería capaz de volver a correr, mucho menos de volver a ganar. De hecho, la guapa negrita se lesionó la vispera de la carrera, y no pudo demostrar que era la mejor.

Sufrió una cirugía con alguna que otra complicación, y no estaba nada claro si se iba a recuperar para la competición. Pasaron cosas y cosas y mas cosas. A día de hoy pienso en el gran mérito de su propietario, pues hay que tener narices para retirar a un animal de una carrera que puede ganar sólo por evitarle un sufrimiento que no se merece, y gastar el dinero, tiempo y sobre todo la ilusión en intentar recuperar lo irrecuperable, confiando por completo en su equipo y dejando trabajar al personal.

Pero, una vez más, el milagro del turf....
En muchas ocasiones caballos con pequeños problemas son incapaces de superarlos y dar su valor en la pista, pero son contadas las ocasiones en que los caballos con grandes problemas pueden volver a dar su valor en la pista de la manera que lo ha hecho la negrita.

De verdad te digo que es fruto del trabajo de mucha gente que vaya a correr un grupo III dentro de un par de semanas, y para mi, Afriketa será la mejor gane o pierda, porque es ella solita la que sale a la pista cada domingo y le dice a su jockey: "espera un poco mas, y te lo daré todo..." y es que es tan cariñosa, y tan guapa...

Para terminar, nuestra Ankawa. Otro animal de salud pequeña y corazón grande. El caso de Ankawa si que fué de vida o muerte, literalmente...
Menudo susto nos dió a todos, en media hora se puso a morir de dolor y no respondia a ningun tipo de analgésico. Para que te hagas una idea te lo compararé con la medicina humana: iba de morfina hasta las cejas, y ni con eso conseguimos levantarla del suelo... Para que lo entiendas mejor, te explico de lo que van los cólicos en los caballos, y por qué son tan delicados.

El tracto digestivo equino es una máquina de digerir perfecta. Comiendo fibra grosera y avena se consigue fabricar la gasolina "súpermil-octanos" necesaria para ganar Grand Nationals, Derbys de Epsom y Arcos de Triunfo. El problema es que el caballo está hecho para pastar hierba 20 horas al dia, caminando, comiendo y estercolando todo el tiempo. Y llegamos nosotros, que somos los mas listos, y lo metemos en un box 23 horas al dia, le damos dos piensos de 11 kgs. y un par de librillos de heno o alfalfa en el mejor de los casos... Vamos, que les cambiamos por completo su naturaleza y su medio ambiente, obligándoles a transformarse en lo que no son.

Para que sepas un poco más, los cólicos se clasifican en médicos o quirúrgicos segun la solución que requieran.
Vaya, que si se curan con finadyne y vaselinazo al canto, o requieren elegir: o cuchillo a la barriga o agujero en la arena seguro...
Pues Ankawa tenía el famoso cólico miserere, torsión completa de colon. Traducción al cristiano: cascas fijo en dos-tres horas máximo.

La rapidez en la que se intervino a la yegua fue decisiva, en una hora estaba en el hospital operándose. Así que no te cachondees tanto de que me quitaran seis puntos de golpe el primer dia por exceso de velocidad! porque la velocidad le salvó la vida a Ankawa, y ademas que sepas que aun no he recibido la multa... a lo mejor me libro...

El caso es que, tras la cirugía, Ankawa sufrió de enteritis anterior, y luego de diarrea, vaya que casi se muere otra vez, que se le iba la vida entre las nalgas a litros infectos malolientes! La pobre debió perder 200 kg, se le infectaron los puntos y se le hernió la incisión abdominal, de ahí la totalmente antiestética "mochililla" de piel que lleva colgando bajo la tripa.

Pero volvió al hipódromo, y la cuidamos entre todos. Otra vez los mimos y las zanahorias, el milagro... El dia de su debut en San Sebastian fue tan emocionante que yo casi me desmayo chillándole en la recta, ¡VAMOS ANKAWAAA, VAMOS NIÑA!!!!, codo a codo con Roberto. Lastima Martínez, que esta vez perdió él.... Pero fue otro momento inolvidable, otro milagro irrepetible verla alli.
Ahora pertenece a mi amigo Nacho Escario, y me alegro mucho por ella, pues es uno de los tres mejores propietarios del mundo, todos los que le conocen saben cómo cuida a sus caballos, como si fueran sus hijos. Espero verla ganar pronto con Nacho, y espero verla recuperarse de sus problemas definitivamente y demostrar cuánto vale mi niña.

Para acabar te diré lo que siempre les digo a los estudiantes de veterinaria que trabajan en el hospital de la Complutense de Madrid, y que tienen parte de culpa del éxito deportivo de estos tres caballos, pues los tres han estado hospitalizados alli en algun momento de su vida.
Todos los alumnos quieren ponerle el catéter intravenoso a los caballos cuando entran de urgencia, pincharlos, palparlos via rectal, hacerles el análisis de sangre, suturarlos, sondarlos y otros muchos actos clínicos necesarios para el diagnóstico y tratamiento del caballo enfermo.
Pero, para mi, la parte primordial de la lucha esta en el propio animal, y luego en lo que hacemos nosotros. Y lo mas importante no es pincharles el finadyne en un momento dado o pasarles un suero y darse la vuelta y largarse a otra cosa, mariposa.
Lo mas importante es estar con ellos, adivinar cuando necesitan unas duchitas frias en sus menudillos, si tienen los cascos calientes ponerles unos hielitos, ofrecerles un trozo de manzana que les alegre la tarde, darles un paseito al sol que desentumezca sus doloridos miembros "encarcelados" en un box, saber cuando se encuentran mal y hacer algo porque se encuentren bien... en definitiva, las zanahorias de mi amigo Javier Piñar, que son mejores que el agua de Lourdes.
Los "hijos de la Gran Bretaña", que saben mas que nadie de caballos ingleses, dicen que los caballos al final se curan con la infalible medicina "T-L-C": Tender, Love and Care.

Y que razon tienen...
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Marta Varela es una de las mejores veterinarias de caballos de carreras. Ha montado como amazona en muchas carreras y es una delicia escucharla contar sus historias y sentir el amor que ella tiene por los caballos.