

Tenía ganas de matar mi gusanillo y la curiosidad por ver el inicio de la temporada de Lasarte. Así que el sabado cogí el coche y a mi amigo Jaime y salimos dirección a San Sebastián.
El viaje fue bueno, fuimos con miedo al tema de los radares "comepuntos" pero llegamos muy bien.
Era la hora de comer así que nos fuimos al hipódromo a conocer el Café Hipodromoa, en el bar de la tribuna de Socios del hipódromo. Allí estuve charlando con Almazy un par de horas sobre caballos, apuestas y demás visicitudes de la vida. Vimos las carreras de Francia y apostamos unos eurillos. Me sorprendió la gran afición que han creado en un tiempo tan breve y la cantidad que se apuestas en las terminales conectadas con el PMU francés.
Acabadas las carreras de Francia, dimos un pequeño paseo por el hipódromo y las cuadras. Cualquiera que conozca las de Madrid y no haya visitado Lasarte, se encontrará con algo completamente diferentes. Aqui las cuadras están situadas a lo alargado, es decir, en vez de patios cuadrados hay pasillos alargados. Las cuadras son antiguas, pero guardan un cierto encanto en esta disposición. Me recordaron a los boxes de tránsito del hipódromo de Pau.
Una vez visitadas las cuadras, invertimos la tarde en comprar vino en Francia y conocer un poco mejor San Juan de Luz y Hendaya bajo un calor de 35 grados y una humedad terrible, así que sudamos como pollos. En San Juan de Luz, despues de pasear por su preciosa playa, vimos el partido de la selección francesa contra Brasil en una plaza abarrotada de franceses que insultaban al árbitro al grito de "Español". En ese momento empezamos a susurrar en vez de hablar con un tono normal... por si acaso.
Acabado el partido, fuimos raudos al Hotel Txartel, donde nos hospedamos (los dueños son aficionados a los caballos) para ver las carreras de Mijas. Una vez vistas y comentadas, a la cama a descansar.
El Domingo nos despertamos pronto para aprovechar el día. Al salir del hotel, le pedimos a Mauri Delcher que nos recomendara un buen sitio para desayunar y nos mandó a uno que no recuerdo bien el nombre (puede ser el Gure Etxea). Tratamos de pasar inadvertidos y tras pedir un café y unos pintxos para desayunar, me dice la chica de la cocina: "Así que mañana crees que gana el de Imaz en la primera, eh?". Me quedé más que sorprendido. Al rato apareció Mauricio padre a desayunar también allí.
Con las fuerzas recargadas, nos dirigimos a ver el monte Igueldo. Según el plano podíamos subir por un lado y bajar por el otro así que decidimos hacerlo así. No me preguntéis donde pero acabamos a 25 km de San Sebastian... Conseguimos volver y fuimos a comer mas pintxos en la playa de Ondarreta y tomar una buena sangría.De ahí al hipódromo, pues había buenas carreras en Francia y lo pasamos tan bien el día anterior que decidimos volver a ir a ver las carreras de Francia al Café Hipodromoa.
Vimos casi todas y tras ver ganar a Dylan Thomas el Derby Irlandés, nos pusimos manos a la obra.. empezamos a hacer fotos y tomar notas.
Bajamos a pisar la pista, no estaba blanda, pero tampoco estaba dura. Estaba cortada algo más bajita que la de Madrid. Me sorprendió lo larga que es la recta, lo cerradas que son las curvas y lo bien que se ve la recta de enfrente. Estuvimos dudando si ponernos en la tribuna más cercana a la entrada de a recta para ver el cambio de ritmo o si ir a la de enfrente de la meta para ver la llegada. Optamos por la segunda opción.
Saludamos a Diana López, Jorge Horcajada y José Luis Borrego recién llegados de Madrid y les deseamos suerte. Charlamos un poco con Ana Imaz y con Matías Borrego y nos fuimos al paddock de la primera carrera. Se nos pasó el tiempo volando hasta la última carrera.
Hay que destacar que la gente del Hipodromoa es encantadora y ejercieron de buenos anfitriones: Bixen, Jesús, Eduardo... gracias a todos!
El viaje de vuelta fue un poco pesado, pero merece la pena tener hoy un poco de sueño.